Increible partidazo. La tensión se cortaba con un cuchillo, aunque fuera de los del comedor, en la fabulosa final del torneo de balontiro juagada por los equipos de 6º A y 5º B. Fue un partido a cara de perro chiguagua en el que cualquier despiste podía inclinar la balanza hacia uno de los lados. El público que abarrotaba las pistas estaba entregado al espectáculo y cada uno animaba a su equipo favorito.
Cada balón que volaba llevaba veneno puro y buscaba, como si tuviera un GPS, el tobillo del contrario. Cada eliminación era coreada por las multitudes.
... y la musiquilla que marca el final del recreo sonó, se hizo el recuento y.... la clase de 5º B, por poquito, ganó. Se rumorea que el equipo ganador se subió a un autobús descapotable y, entre las aclamaciones del gentío, llegaron hasta las Cibeles. Los festejos durarán varios años.
¡¡¡ Felicidades Quinto!!!
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